Preparados inocentes dirigen su alma,
extraños a la maldad de los corazones,
universo furioso estira fuerte brazo,
sensible niebla de luna predice.
Arrogante con el cetro de éride,
odio simple de lo que no fue,
Su lealtad solitaria esteparia,
intereses superiores abominables.
Deja llevar las alas por aire excesivo,
no se acuerda de causas, poco le inspira,
el metal sonoro la mueve simplemente,
desconoce olvidado lo que hemos sido.
Tanto lo afecta el dinero, sólo piensa en él,
di tanto en otra época, es recuerdo lejano,
irreverente por predios puros y limpios,
desgarrando exiguo hálito que tenía.
Mirada penetrante en el fondo guarda,
sus retoños tiene en el corazón,
sus comentarios daño hicieron ya,
cálida nota musical vulnerada.
Ella la menor siempre la callan,
permite que se ensañen en la batalla,
negarse a suavizar es brincar,
¡Dios! Solos con mi paraíso.
Poeta sensible desnudo ante la ráfaga,
¡Levanta un muro! ¡Salva tus manos!
quita la piel miserable y cubre el alma,
¡Pronto!... ¡Huye todos vienen ya!
¡Sólos con mi paraíso!
