Agotadas las fuerzas para sobrevivir,
finaliza con triste desenlace hospitalario,
desvincula toda existencia de su cuerpo,sin piso la vida y conciencia le han determinar el ser.
Cambian con el reloj nuestros sentimientos,
tiemblan los cimientos construidos por el tiempo,
exigir con la decadencia nuevas máscaras,
ahora acusados sus planteamientos lentamente.
Nuevas incertidumbres se agolpan en la fuente,
estar cercano es dañino, su cansancio poco interesa,
ni el amor lo purifica, todo el desengaño aflora,
buscamos para preguntarnos: ¿Qué será?
Hoy en la muerte crece agobiante el sufrimiento,
desiguales felicidad y tristeza ahora mi poesía ahoga,
la palabra ha confesado y el odio libera desigualdad,
el poeta amargamente ha sufrido daño irreversible.
Fulminante ataque condenado para crecer,
marcados sus últimos días busca testar,
violines solos lo despiden, sus ojos tiemblan,
el amor conmensurable ha caído, relativo corazón.
¡Sus notas lloran, vivirá por siempre abatido!
