Estuvo el campo rodeado de lágrimas,
camino largo para no pisar lo sufrido,
despellejando la piel de cristal saltan,
quieren no ser atrapadas por mis pies.
Infinito argumento de amar lo puro,
conflicto de lo divino y humano,
todo como comienza acaba,
tapete difuminado de paciencia.
Desaires de tus labios desnudando el alma,
bañar la barbarie de tu sonrisa,
quemar la razón de existir,
romper el caparazón y descubrirlo todo.
Misera potencial de nuestra existencia,
mis lamentos tendrán que germinar,
mientras otros son apreciados,
los míos me castigan y condenan.
y esas lagrimas germinaran en dolor sin lograr arrancar como uno quisiera esa raiz del alma...
ResponderEliminarmil abrazos
=)
Lamentarse es como la semilla. Caer al piso para florecer.
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