Resuelto mi corazón en pertenecer a tí,
agarra cuerdas débiles timonel en alfil,
impotentes las auroras con lluvias sangrantes,
explosiones súbitas de plutonio ennegrecido.
Células inocentes sin prever los horizontes,
markabes sonoros predicen olas vibrantes,
infinitud cuántica y lucha termodinámica,
labios cromados en fístulas angelicales.
Cae lluvia pestilente que invade los huesos,
permisivos vecinos creyendo en su derecho,
moribundos de infieles poder inequitativo,
vagando por limpios y poderosos rincones.
Hijos del viento arrodilladas las juventudes,
cariños se desprenden en abrigos soleados,
amargados progenitores por interrupción,
pensamientos simples volátiles los fugados.
Son demasiadas vidas rotas
Hace 11 meses
Y el corazón recuerda su origen, no muy lejos de la mirada en el aire la senda. Ese aroma a distancia hechiza al caminante que con sonrisa en rostro se descubre viviente.
ResponderEliminarMuy bonita entrada y diferente a lo que he leido últimamente...me ha gustado esta forma de plasmar...un saludo
ResponderEliminarGarsil, dejaste un comentario en un blog amigo que llamó mi atención.
ResponderEliminarVengo a tu espacio y me fascina cómo escribes. Ha sido un grato descubrimiento.
Te sigo sin dudar.
Un saludo.