La vida,
Toda existencia bajo la lluvia,
diluida en lentes telescópicos
permeable a nuestros delirios.
El sufrir,
electrizantes destellos agudos,
anegados por lágrimas duras,
esperanzando el otro camino.
El olvido,
ondulaciones totales sentidas,
cercenadas por sobrevivir,
tristemente rasgados del mástil.
El cambio,
temblorosas e inseguras ansias,
corroídas con hambre y miseria,
gritando ahora justicia y equidad.
Habrá que volver al bosque, a buscar fractales de liquen y enraizar emboscadas. Volver, a agasajar la aspereza cavernaria con suaves maquetas de pelo rupestre.
ResponderEliminarAngustiante y bello poema, Garsil
Un saludo
Bastante interesantes tus sintesis, me quedo con la del cambio, es algo, que a mi punto de vista, genera tanto ansiedad como pena, es algo que sabemos que necesitamos, y ansiamos cambiar, mas sin embargo, aun sabiendo que es lo que necesitamos para conseguirlo, casi nadie lo lleva a cabo, una pena.
ResponderEliminarUn abrazo!